
Un elefante
se retira a la selva
resuelto a encontrarse consigo mismo
a solas
sin un dios me lo dio, dios me lo quitó
y sin el acompañamiento
del duque de Borja (Borgia)
cuando Felipe II le puso el encargo
de presidir el funeral de una reina
(una de las 4 mujeres que el rey más amó).
Entonces él, un duque enamorado de su reina,
vio en el camino
cómo se descomponía la belleza en el ataúd.
Por eso dijo:
“nunca más servir a señores que son de este mundo”.
Tomó el hábito, dejó atrás al galán,
y se convirtió en san Francisco de Borja.
Del libro inédito: Elefante
4 comentarios:
ohhhhhhhhhh vine a verla y encontré esta historia edificante . pensaré si seguir el ejemplo de ese noble y dejar esta vida licenciosa que no lleva a parte alguna o en todo caso a la misma parte siempre.
suyo
No sea leso, Infante, siga con su vida licenciosa, mire que como usted bien lo dice, el camino que uno elija, lo llevará siempre a la misma parte que es ninguna...
Mis besos desencantados para vuesa mercé
Dortora Therese
Una delicia volver a leerte.
Un abrazo.
Gracias por este poema, por este espacio. Mis mejores deseos para el año recién nacido.
Saludos....
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