domingo, junio 26, 2011

Aplausos para la Memoria

Me ha sorprendido mucho encontrar en internet este análisis de mi libro. Agradezco enormemente al autor o autora de este texto.

Fatalismo de Teresa Calderón


Como todos sabemos el fatalismo es la doctrina que considera que los acontecimientos no se pueden evitar por estar sujetos a una fuerza superior que rige el mundo. Esta concepción relacionada con el inevitable se hace presente en la producción poética de Teresa Calderón, poetisa chilena que de manera áulica logra plasmar su percepción de la vida como un punto pasajero que nos sirve sólo para conducir a la muerte.
Aplausos para la memoria de Teresa Calderón es un poemario de gran contenido tematológicos, en él vemos presentes la idea de que la poeta tiene del ciclo creación, nacimiento, vida y muerte en el ser, ciclo que parangón con el origen del universo. La poeta establece un paralelismo de similitud entre la creación–extinción del universo y la creación-extinción del individuo.
Temas frecuentes de su producción poética son el abismo, la luz, la turbulencia, la supervivencia, para ella el individuo lucha y construye de la nada, ya que la única realidad del individuo es que el origen era nada, paralelismo de oposición representado por la relación existente entre el querer ser y el ser nada.
En su obra, el ciclo vital es visto como una representación teatral que acabará cuando se convertirá en un ente totalmente inútil, la función se inicia con la danza del vientre (el nacimiento) y termina con la danza de la muerte, en el imaginario de la poeta la vida es concebida como un trámite en el tiempo, pero es importante considerar que en este trámite el libre albedrío se hace presente, ya que podemos elegir si queremos ser víctimas o victimarios, roles que quizás sean los únicos que no han sido determinados del principio superior que dirige las cosas.
Componente importante de la poética de Teresa Calderón es la constante presencia del abismo sea el origen que al final de cada proceso, el inicio de su poemario la poeta describe el origen del universo como un gran abismo al que no puede llegar la memoria, a este abismo siguen una serie de experiencias pasajeras que tienen la función de inducir el retorno al agujero negro, por la poeta del abismo identificado con nada es la única seguridad que existe, en su producción la autora hace de la nada el gran principio universal.
En su concepción lineal del ciclo vida-muerte, el ser humano es definido como un vagabundo que destinado a ser errante en el caos de la vida, puede sólo decidir si quiere representar el rol de la víctima o del victimario pero no sabe ni cuándo, ni dónde comenzará su función, para la autora los seres humanos pueden ser considerados “títeres con cabeza” debido a que aunque dotados de razón y entendimiento son sujetos a la fatalidad del abismo.
Aplausos para la memoria es sin duda una de las producciones poéticas con mayor riqueza tematológicos de la literatura hispamoamericana escrita en los últimos tiempos, es una obra que trata argumentos universales ya discutidos en tiempos remotos con una mirada moderna que invita al lector a reflexionar sobre la relación existente entre el ser y el universo, el microcosmos y el macrocosmos.
Fotografía de Yasmín Fauaz Núñez (24 de junio, 2011)

martes, enero 04, 2011

Desde la nostalgia

Hace un tiempo me pidieron unas brillantes mujeres que hablara, junto a otros poetas, acerca de nuestros lugares poéticos. Esto es lo que resultó...

Transcripción lugar poético. Poeta Teresa Calderón

¿Elija un lugar Poético?
La catedral, porque tiene presencia; tiene habitantes invisibles; tiene las marcas de las rodillas de los penitentes en las bancas; tiene gratitud, tiene dolor; tiene los resabios de los detenidos desaparecidos, que funcionaba al lado, en la Vicaría de la Solidaridad; tiene las palabras del Cardenal Silva Henríquez dando vueltas.

¿Qué es un lugar poético?
Todos los lugares son poéticos, dependen de la mirada del que lo habita. Yo puedo sentir poético la Piojera, el Estadio Nacional, el jardín de mi casa, pero eso es en lo subjetivo. En lo objetivo, es que para mí existe un lugar poético que es mi paraíso perdido, mi casa de la infancia en la Serena, que ya no existe como la casa que era. Pero ese espacio soñado y casi mítico, tampoco es como yo creo que fue. Esos son los espacios poéticos, los espacios que cada uno de nosotros lleva adentro. Porque en el fondo pedazos de tu vida están en esas cosas y en esos lugares y ahí están.
 
Nuestra casa de La Serena que es y no es la misma casa

Yo creo en espacios paralelos que de pronto se entrecruzan, tenemos sensaciones extrañas y les llamamos dejá vù, y yo siento que no, que cuando se juntan, por alguna extraña razón se superponen esos dos mundos que no deben superponerse porque son realidades que corren paralelas, en la otra realidad todo está ocurriendo simultáneamente como ocurre en el inconsciente.
Ahora la ciudad como ciudad según el urbanismo, todo puede ser poético. Y la belleza incluso está hasta en lo que no es corrientemente bello. Un vagabundo tiene belleza tendido en una banca de la Plaza de Armas, ese lugar se torna inmediatamente en un espacio poético. Hay un código que uno descifra y puede entender muchas otras cosas ahí. Cuando uno habla de lo poético uno tiene que situarse en un espacio de arrealidad, porque desde ahí es posible ver todo. Si tú no lo haces, no vas a ver nunca nada. Yo siento que uno pasa por los ojos y pasa, no ve ni mira.
Un lugar poético desolador es el lugar donde encontraron a los tres degollados, a Natino, Guerrero y Parada. Pensé que ese lugar iba a desaparecer cuando construyeran la autopista, y sin embargo ahora hay un cartel que marca el lugar donde murieron. Esta es la belleza del mártir del condenado.
Yo lo poético siempre lo conecto más con el dolor y la muerte, que con la belleza y la alegría. Porque mi poesía va por ahí. Si yo pensara en la dicha y la felicidad, creo que no sería poeta. Yo no puedo escribir sobre lo que no creo.