miércoles, marzo 19, 2008

La Pasión de Cristo


Perdónalos,
Señor,
porque saben
perfectamente
lo que hacen.

sábado, marzo 08, 2008

Tito Alvarado saluda a las mujeres

Saludo a la mujer en su lugar posible, en su sueño y en su lucha

8 de marzo del 2008

Saludo a las madres, la de cada uno, las de la plaza de mayo, las que, incansables, buscan a sus hijos desaparecidos, las que aman sin medida.
Saludo a las montañas selváticas, las que cobijan gente luchando por la solidaridad humana, al precio de dar su vida.
Saludo a las obreras que trabajan extenuantes jornadas por salarios miserables mientras los patrones engordan y gozan la vida.
Saludo al agua en su forma de nube, en su forma de rocío, en su forma de estero o río buscando el mar, en su forma de lago o simple laguna, en su forma de lluvia o garua o neblina, la saludo en su forma de esbelto líquido saliendo de una cañería.
Saludo a las mujeres que ejercen el arte de amar y entregan lo mejor de si haciendo de la felicidad un lugar bajo el sol.
Saludo a las piedras, las que ayer sirvieron de primeros instrumentos, a las que hoy sirven de armas cuando la rebelión toma las calles, a las que son la base de una casa, a las que entran en los zapatos y nos dicen que la meta es tanto llegar como el camino.
Saludo a las creadoras de arte en todas sus formas, las del arte, ya sea en verso, en prosa, en colores, en delirios del cuerpo, en dramas o comedias contadas con la gracia de quien siente el dolor ajeno.
Saludo a la manzana por su papel liberador, aunque algunos digan que morderla nos ha condenado, y por su papel de alimento codiciado o efervescente líquido que nos alegra el alma o en su forma de licor para entrar en los reinos del sueño.
Saludo a la mujer que es hermana, prima, tía, sobrina, abuela, hija, amiga, que sin ellas la vida es doble infierno.
Saludo a la cebolla en su vestido de mil hojas, en el llanto que nos inunda cuando la desvestimos y en el sabor que le dá a la comida.
Saludo a la mujer, una y todas, poco importa el color o la gracia de su forma, que ella tiene valor por lo que hace y piensa y dice.
Saludo a la organización, esa entidad del entendimiento humano que nos permite hacer realidad lo que ha estado antes en el caos o en la nada.
Saludo a la mujer, una y muchas, que en gracia me ha tocado conocer, ellas llenan las mejores páginas del libro gordo de mi vida.
Saludo a la uva colgando de la parra o en una boca entregando su sabroso encanto, la saludo, luego de un largo viaje para graduarse de vino, embotellada y mejor si está en un vaso esperando unos labios sedientos de alegría
Saludo a la mujer que sin conocer he aprendido a valorar, pues el viento o el computador, a veces me trae el aroma, la huella de su paso.
Saludo a la música, esa que sale de lo más profundo del alma y se esparce como un lamento, como un grito desolado; esa que corre entre piedras hasta el mar; esa que vuela y en un árbol se para y habla de su viaje, esa que se escucha en una feria o un mercado; esa que sueltan los instrumentos y las voces en cada lugar donde hay sentimiento.
Saludo a las obreras textiles que un día de hace muchos años dijeron basta y fueron a la huelga, es por ese primer paso que hoy tenemos un 8 de marzo.
Saludo a la guitarra que en manos virtuosas logran conmovernos, es más grato rescatar del olvido una pena, una alegría cuando una guitarra nos habla de ayeres y mañanas.
Saludo a las mujeres de pasión que emprenden una tarea y salen adelante venciendo todos los obstáculos que el poder ponga en su camino.
Saludo a la Poesía, la última y la primera, que siempre está a flor de piel, la que es arma y flor, la que corta y une, la que duerme y despierta, la que amanece cuando el trabajo, la que duerme con nosotros cuando la noche, la que nos acompaña en momentos de soledad.
Saludo en especial a las mujeres de Perú, a las madres, hermanas, esposas de los valientes que hace poco fueron asesinados en Ayacucho. Saludo a dos mujeres que son ejemplo y guía, son las imprescindibles que siempre están: Adriana Torres y Marcela Saldariaga, ellas tienen la magia de que todo lo que tocan lo iluminan transformándolo en algo mejor.
Saludo a las mujeres que forman parte de esta idea en construcción que llamamos Proyecto Cultural SUR, por dar confianza y arte en este intento de hacer cultura para humanizar el mundo.
Saludo a Flora Tristan, Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo, Micaela Bastidas, Fresia, Gualcolda, Manuelita Sáenz, Gabriela Mistral, Violeta Parra, Alfonsina Storni, Eva Perón, Domitila Barrios de Chungara, Frida Kahlo, Amparo Ochoa, Tina Modotti, las hermanas Mirabal, todas mujeres del Sur aunque algunas hayan nacido en el norte.
Saludos a Jeanne Maz, Delia Magaña, Lucy Ortiz, Eunice Dias, Raquel Catalán, Aldmeriza Riker, Xiomara Domínguez, todas del Consejo directivo internacional de SUR, ellas son siete bellezas desde dentro, en sus distintos tonos y matices.
Saludo a las que sin nombrar están presente con sus gestos de amor, su sonrisa y carga de tareas a cumplir, que a dos se hace más agradable el camino, que a muchos es una fiesta, que a miles ya es un mundo distinto.
Saludo a las que creen, a las que crean, a las que luchan, a las que sueñan, a las que sufren, a las que lloran, a las que tropiezan y continúan, a las que nunca desisten, a las entregan su corazón, a las que cantan, a las que encantan, a las que gritan fuerte cuando el acoso, a las que toman las armas y salen a enfrentar la muerte por amor a la vida. a las que sin las luces del sistema triunfan calladamente todos los días, a las compañeras.
Y en este día de auroras, en esta hora de hornos, en este minuto de fratricidios, en este segundo de preludio de algo grande les entrego un canto enamorado, un beso de eterna amistad, un abrazo de reconocimiento, una sonrisa de júbilo y una frase: gracias mujeres por ser lo mejor de la vida.

Tito Alvarado
Presidente Honorario
Proyecto Cultural SUR Internacional

domingo, marzo 02, 2008

¿Todo de nuevo? No, gracias



¿Podría comenzar todo de nuevo
pero al revés?

¿Girar en el tiempo vuelta adentro
hasta el minuto exacto en que debí tomar
el camino contrario?

¿Perderme para siempre en el intento
y no tener que regresar?

¿Por qué no puedo alzar el vuelo
de una vez y confundirme
entre trozos de tiempo sin retorno?