Defiendo mi derecho a construir castillos en el aire
en la arena, en la comisura de tus labios, amor mío,
un castillo donde habiten tantos sueños
los míos que son inabarcables
los tuyos que me regresan a la tierra como siempre.
Defiendo mi derecho a construir
castillos en el aire
en la puerta de tus ojos
en el pasado y el futuro
castillos en el agua
en los acantilados de tu distancia;
mi derecho a soñar insegura y despierta
en la punta de tu lengua,
en tu piel ardiente y mentirosa.
Defiendo mi derecho a amarte a pesar de ti
y lanzo mis castillos de naipes en la mesa del tiempo
en la hoguera donde envías mis besos inservibles
y mi deseo inmenso de ti
ancho como esta noche oscura
imponente como el insomnio que te trae de regreso
sueños dentro de otros sueños más pequeños
como una visión barroca o un anticipo del infierno.
Defiendo mi fragilidad con la misma pasión
que defiendo tus olvidos
mi desenfreno
como tus gestos despiadados, amor mío.
Defenderé hasta el último suspiro
mis sueños, mis castillos, mis deseos de ti.
Por eso puse espejos en el aire
de todas las murallas del castillo.
10 comentarios:
Hermoso ese deseo, esa pasión para sostener un sueño desbordado y urgente.
Abrazos.
Me sumo a esa defensa.
..... Sí yo también me sumo ....
Besos
Creo reconocer en aquella hermosa imagen una piel de leopardo que me preocupa...
espero que sea artificial,
y el amor, auténtico, pueda sostener ese castillo al que le crecen laberintos, secretos, que acortan las distancias...
Eso. Defiende tus castillos
que tu poesía se defiende solita.
El derecho a imaginar... a cubrir de belleza lo cotidiano...
muy medieval
(tanto castillo, jajaja)
me encantó aquel 'confesso que te amei, confesso'
lo lei en una ya, hace mucho tiempo.
un saludo
Corazón delirante, desbordante, desbocado...
Si tus deseos son grandes serás con seguridad extravagante
Si acumulas demasiado perderás inevitablemente mucho
Por lo tanto si te das por satisfecho con lo que tienes, no te sentirás degradado
Si sabes cuándo debes detenerte no sufrirás ningún daño
Y de esta manera puedes durar muchísimo tiempo
Entre los delitos ninguno es mayor que poseer lo que deseas
Entre los desastres ninguno es mayor que no saber cuándo tienes bastante
Entre los defectos, ninguno causa mayor aflicción que el deseo de tener
Así pues, el contento de quien sabe que tiene bastante es un contento perdurable
Publicar un comentario