lunes, enero 18, 2010

Orfandad presunta


Pedazos de mí
se desgañitan
en la rueda
gigante de la fortuna
o del infortunio
que ya es lo mismo
o casi igual.

Nacida del pozo profundo
de la tristeza,
una suerte de soledad
que nace
o no nace
porque es infinita
o es eterna.

Sin padres
ni hermanos
ni abuelos
ni amigos,
en estas horas largas
como cuerdas de acero
en mi garganta,
sólo tu amor es cobijo.

Entonces recapacito
y veo que el sol aún brilla
en los espasmos de una tarde
que se muere.

2 comentarios:

Colombine dijo...

tristísimo poema y...tan hermoso

TORO SALVAJE dijo...

Jo.
Un abrazo gigante, enorme y de corazón para ti.

Besos.