Perdíamos el tiempo diseñando navíos
que jamás llegarían al mar,
construimos territorios ilegibles
cuando la casa se cayó en el viento
y las palabras escaparon hacia nunca
por el cielo derrumbado.
Éramos, sin duda, la lejanía
menuda calma sin acceso a la historia,
creyéndonos visiones en los ojos de otros ojos,
dos fantasmas deshabitando el bosque,
porque nunca Amor fue suficiente
y su luz se la llevaron a picotazos.
Parecía difícil laberinto:
tú mirando las cosas solamente para ti
y yo disfrazada de pájaros huyendo en tu busca,
mirándonos siempre de frente sin poder encontrarnos.
5 comentarios:
y entonces la guerra..?
besos...
para que las cosas duren hay que aterrizar e ir despacio
esa es, thérèse, mi apuesta
amor
No lo puedo descifrar, por tanto me dedicaré a soñarlo, y me gusta, mucho, me gusta todo lo que sugiere, con recriminación incluida.
Besos.
perder el tiempo............. me gusta .
perderlo en tareas inútiles
besos . therese
Diseñar navíos no navegantes no lo considero una forma de pérdida de tiempo, sino todo lo contrario, una forma subliminal de soñar el futuro.
Un beso.
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