sábado, enero 26, 2008

Un Maletín Literario para viajar en Transantiago

25 de Enero de 2008

En abril se entrega:
Nueve libros recibirá cada familia beneficiada con el Maletín Literario

por Ana Rodríguez Silva

De un total inicial de 49 títulos, finalmente el total que se entregará bordea la decena. El cuestionado proyecto de Michelle Bachelet comienza a entrar en tierra derecha y las críticas no se quedan atrás. Miseria, elementalidad y paternalismo son ideas que circulan entre algunos representantes de las letras nacionales.

El proceso de licitación pública para seleccionar los libros que llegarán durante 2008 a 133 mil familias de escasos recursos terminó. El resultado son 16 títulos, organizados en las categorías Poesía, Infantil Chilena, Infantil Extranjera, General Chilena y General Extranjera, y que se comprarán a las siete editoriales y distribuidoras que obtuvieron mayor puntaje en sus ofertas, presentadas a través del portal Chilecompra.

En total serán entre nueve y diez libros los que integren cada maletín, el cual será entregado a cada grupo familiar el próximo 23 de abril, mediante alguna acción o ritual especialmente preparado con el fin de conectar a los beneficiados a las bibliotecas públicas. “Ojalá que en cada región se realice una acción”, aseguró la directora de Bibliotecas, Archivos y Museos, Nivia Palma.

De un total de 30 empresas postulantes al proceso, 11 de ellas no fueron admitidas por no reunir los antecedentes legales solicitados en las bases y quedaron fuera de las posteriores etapas de evaluación técnica y financiera.

Aunque la selección de los ejemplares respetó el listado de 49 obras presentado por el jurado de expertos en octubre de 2007, las empresas participantes presentaron 43 títulos. De ese total, sólo 16 de ellos sortearon airosos las evaluaciones técnicas, que consideraron aspectos como la legibilidad, calidad de la traducción, gramaje del papel y calidad de la tapa, además del empastado y el valor de cada libro.

Por lo tanto, y según explicó Palma al dar a conocer los resultados del concurso público, será una decena de libros la que complete la también llamada Biblioteca Básica Familiar. Títulos como “Cuentos de los Hermanos Grimm”, “Gabriela Mistral Esencial”, “Cabo de Hornos” de Francisco Coloane y “El Principito”, de Antoine de Saint Exupéry quedaron dentro, mas algunos como la Premio Nacional de Literatura 1982 Marcela Paz, autora de la famosa saga “Papelucho” e Isabel Allende y su “Casa de los espíritus”, no tuvieron la oportunidad.

Una mala noticia

““Papelucho” es un libro que se ha leído la vida entera por todos los niños de todos los tiempos” dice lamentándose la escritora, poeta y profesora, Teresa Calderón. Similar a ella piensa el escritor José Luis Rosasco, quien considera “pésimo” que este texto, al igual que el de Allende, hayan quedado fuera de la nómina final que compondrá el Maletín Literario.

“La prosa chilena en el exterior se llama Isabel Allende, es una narradora fabulosa”, asegura Rosasco, agregando que entregar un total de nueve libros para cada familia pobre del país “es una miseria”.

Para el presidente de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), Reynaldo Lacámara, la presente es una mala noticia. “Es una involución. Pensábamos que se iban a ampliar la variedad y cantidad de libros. Además los libros seleccionados no eran malos en general, pero llegar a nueve es limitar el horizonte de la lectura”.

“Todas las iniciativas que lleven libros a los hogares son buenas, pero hay que implementarlas de forma inteligente y generosa. Si no se suman libros la situación es muy depresiva, con tan pocos no se llega a nada”, puntualiza Rosasco.

El poeta y director de Chilepoesía, José María Memet, es aún más tajante. Para él, el proyecto es completamente “un error garrafal. Esto no va a ayudar al fomento de la lectura”. Según Memet, el dinero invertido se debería haber ocupado en crear un real proyecto de incentivo. “No va a servir de nada, es una pérdida. Me impresiona que tantos escritores se hayan prestado para avalarlo”, dice.

“Hay que hacer las inversiones necesarias para poder suministrar una biblioteca eficiente en los hogares. Porque el hábito de la lectura se quiebra en la casa. Los profesores, las escuelas y los escritores hacen lo suyo, pero la cadena se quiebra en el hogar. Y si ahí no hay libros, peor”, asegura Rosasco.

Y es que el mentado maletín deja fuera a importantes títulos previamente nominados, entre los que se excluyen autores como Cecilia Beuchat, Marta Brunet, Horacio Quiroga, Hernán Rivera Letelier y Manuel Rojas, entre otros. “Que una familia reciba libros de regalo nunca es malo, pero esta inversión podría ser más vistosa y más útil”, piensa Lacámara.

Para Teresa Calderón, este proyecto es un “Transantiago de los libros. Prometieron un montón de libros y no van a poner ni un cuarto, entonces echan a funcionar algo a medias”, dice. “Lo peor de todo no es eso, está mal porque mintieron, dijeron que iban a hacer un tremendo maletín”, puntualiza. “Es demasiado básica, básica de elemental”.

“El universo de la literatura es tan amplio, tan grande, que encerrarlos en nueve libros yo encuentro que es una mala noticia. Esto no alcanza ni para la biblioteca esencial de básica”, asegura el presidente de la SECH sobre lo que considera un retroceso respecto a lo que se estaba planteando en un principio.



La evaluación

El próximo Día del Libro, 23 de abril, 133 mil familias de escasos recursos recibirán el maletín, cuyos ejemplares fueron adquiridos por un valor promedio de $1.641. Esto porque, aunque “La Metamorfosis” de Franz Kafka costará $440, la presencia del Multidiccionario Enciclopédico Norma sube la media por su valor de poco más de siete mil pesos.

Según aseguró Nivia Palma a El Mostrador el proyecto tendrá su respectiva evaluación. Y aunque todavía no se sabe de qué forma se calificarán los resultados, se estima que se encomendará la labor a alguna universidad, “para que no seamos nosotros quienes evaluemos nuestro propio plan”.

Algo que para Teresa Calderón es otro punto negativo de esta propuesta literaria. “Hay que llevar monitores a esa gente, que trabajen con los niños y lean con la familia. Que tengan un sistema de seguimiento de los resultados del maletín. Todo proceso tiene que ser evaluado. Un proceso que se empieza sin saber cómo se va a evaluar está mal planteado de antemano”, asegura sobre una iniciativa que según ella “no fue inteligentemente planteada”.

“Hay toda una situación hipotética de que hipotéticamente esos jóvenes y esas familias van a leer” dice José María Memet. “No se ha hecho un fomento anterior para que se interesen con la lectura. De qué sirve entregar libros a no lectores. Hay que hacer un trabajo previo con la lectura, que es crear nuevos lectores, trabajar con niños y jóvenes, que son los únicos que son recuperables”.

Algo similar a lo que piensa Lacámara, quien asegura que esperaba secretamente “que esto se ligara a los planes nacionales de comprensión de lectura”. Según Rosasco, “estas cosas hay que manejarlas con un comité que conozca el tema y que tenga interés en el aspecto magisterial de la enseñanza”.

“Quizás los que seleccionan pueden tener buenas intenciones”, dice Calderón. “Pero el problema es que lo que están haciendo en educación tiene muy poca gente externa, son puros funcionarios. Un maletín solo no funciona”, añadiendo que el problema es la mirada que se da hacia la educación.

Para Memet, el problema va más allá de los títulos que queden fuera o adentro del maletín. “Es un proy fallido en su génesis. No va a ayudar al fomento de la lectura. Es un gran negociado, alguien está ganando algo aquí”. Y agrega que “Si tú tratas a la gente en un tono paternalista, creyendo que ellos van a leer lo que tú quieres que lean, hay un error de principio a fin. Esa visión paternalista y populista no es la forma de hacer cultura”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡El vademecum al maletín!!!

¡Y más farmacias por cada cuadra!

Thérèse Bovary dijo...

El vademecum y la Biblia a ver si se produce algún milagro

Amén

Lila dijo...

Jajajjajajajaja