miércoles, agosto 05, 2009

Poetas en la tumba de Pablo Neruda


Dos días antes de que fueran trasladados los cuerpos o" restos mortales" como suele decirse, de Pablo Neruda y Matilde Urrutia a la tumba de Isla Negra, una peridosita de La Segunda y un fotógrafo, invitaron a algunos poetas para hacerles una entrevista "in situ": casa-museo de Isla Negra. Pasaron a buscarnos a Thomas Harris y a mí, a la USACH donde dábamos clases en la Escuela de Periodismo recién inaugurada cuando el director era Erico Carrasco (QEPD).
Fuimos los últimos en ser recogidos porque quedábamos en el camino. Arriba nos saludamos con enorme cariño con Erick Pholhammer, Cristian Warnken y Adán Méndez. Era el jueves 10 de diciembre de 1992.
En el auto la periodista empezó a leer lo que habíamos escrito para la entrevista de este "homenaje" a Neruda y Matilde. No había leído ni media carilla del texto de Erick cuando dijo: No, no, no, los poetas escriben distinto de cómo hablan, así es que mejor yo los voy a ir entrevistando de a uno y continuamos allá cuando almorcemos y se tomen las fotografías para el reportaje.
Saldría al día siguiente en las páginas centrales y salió.
Lo que no previó la periodista fue que al llegar a la casa de Isla Negra, de inmediato fue advirtida de que podíamos ser fotografiados en cualquier lugar de la casa y afuera cerca de la campana, pero que a la tumba abierta y vacía nadie podría acercarse. Había guardias.


-Dijo que no podíamos acercarnos... nos miramos, los poetas.
-Por eso mismo vamos, dijimos en una complicidad que no sabíamos hacia dónde llegaría. Sólo que los poetas como los niños no pueden recibir un NO, porque de inmediato se abre el apetito de hacer exactamente lo contrario. Historia sabida.
Lentamente, haciéndonos los lesos, nos fuimos acercando a la tumba por separado y por distintos caminitos. El fotógrafo nos siguió.

Ya los cinco junto a la tumba, el fótógrafo empezó a dispoarar sus flashes. Thomas y yo andábamos con nuestra cámara fotográfica de todos los viajes y empezó la función: fotos cerca de la tumba, fotos junto a la tumba, fotos de Cristian Warnken poniendo sus Noreste en la tumba; fotos, los poetas de pie, sentados y finalmente acostados adentro de la tumba en posición de muertos (idea mía). Cabíamos cuatro juntos y a Adán Méndez, lo pusimos acostado a nuestros pies. El fotógrafo estaba trastornado y debió sacar varios rollos. Nada estaba planeado, todo fue fluyendo acorde a las ideas que iban apareciendo disparadas por el rayo del delirio.
Al día siguiente aparecimos en la portada del vespertino y adentro la entrevista en las páginas centrales y fotografías decentes (quiero decir "normales") de cada uno de nosotros.
Acá dejo el testimonio fotográfico: nos dimos el baño de tumba que aconsejaba Neruda en algún poema; calentamos con nuestros cuerpos vivos y poéticos el lugar sagrado, donde al día siguiente dejarían para siempre y sellado los ataúdes de la pareja que tanto se amó.

4 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

La foto del vespertino impresiona.
Si.

Besos.

lichazul dijo...

recuerdos y más recuerdos
lindas las fotos, la del periódico es genial:=)

he estado allí no sé cuantas veces, he recorrido esa casa y esos espacios muchas veces y tienen magia y mucha fuerza, no me canso de ello.

un abracito de paz

lichazul dijo...

nada más dejo un abrazo y fuerza para estos momentos , las letras hoy despiden a uno de los suyos y a su heredara la mejor de las energías para que siga .

Paz y luz.

mentecato dijo...

¡Hermosísimo!