miércoles, marzo 18, 2009

Angelito


Me perturba su fuerza cuando me abraza
y es ternura al mismo tiempo,
es todo el mundo en un solo hombre.

La luz brilla en su mirada y me veo hermosa
en el trasluz de sus ojos serenos.

No más príncipes azules
que al cabo al cabo van pasando de castaño a oscuro.
No más hombres hijos.
Lo sé recién después de haberlo encontrado
en el camino de vuelta tantos años después.

Me habla desde el fondo de las palabras.
Creo que podría amarlo más que a mí misma
y que él podría amarme más todavía.

Cuando me enredo entre sus piernas
lo abrazo, acaricio su pelo luminoso
como su piel, como él mismo
mientras me besa con una ternura ya olvidada
o perdida para siempre.

Por eso me gusta tanto
y tal vez por otras cosas que iré descubriendo con el tiempo,
si hay tiempo,
si lo hubiera para nosotros.

Ahora sólo pienso en nuestro próximo encuentro,
un mail, un llamado al celular
para retornar a los besos y al amor
de cuerpos que su funden y confunden
cuando estallaban juntos ese mañana bendita.

3 comentarios:

mentecato dijo...

Siempre el deleite de la poesía...

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Curioso, no sabía de la existencia de esta especie tan sui generis.

Anónimo dijo...

Yo tampoco, pero de haberlos, los hay