Recorren los marinos
las cuatro calles del centro
y a las muchachas que los desbordan
en una esquina.
Distintos ojos
inventando la epopeya de las razas.
Los dedos multiplicados
trashuman la geografía.
Cuentan que ellos traen
todo el mar adherido en los cabellos,
que con su idioma de aromas las abrasan.
Y así los descubre el sol
la mañana de la partida:
las bocas manchadas,
la doble sirena del puerto
que se los lleva amarrados
a la última mirada
de una muchacha nueva
sobre la piel.
6 comentarios:
si es que los marinos se pierden por una muchacha nueva, qué gente, qué poca seriedad, pero cuánto
amor
Tengo dudas. ¿Qué existe realmente?
¿Aquí o allá?
¿Qué juego se libra en este espacio?
todo el mar adherido a los cabellos
todo el mar
todos los puertos
todas las muchachas fantasiosas y alegres
todas las sirenas de cola de plata
Colombine es muy poético hasta para opinar, como siempre.
Gracias
Me acordé de Neruda, del poema de los marineros que besan y se van. Besitos.
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