Las que íbamos a ser reinas
¿Qué se ficieron las damas,
sus tocados, sus vestidos
sus olores?
¿Qué se ficieron las llamas
de los fuegos encendidos
de amadores?
¿Qué se fizo aquel trovar,
las músicas acordadas
que tañían?
¿Qué se fizo aquel danzar,
aquellas ropas chapadas
que traían?
Jorge Manrique
sus tocados, sus vestidos
sus olores?
¿Qué se ficieron las llamas
de los fuegos encendidos
de amadores?
¿Qué se fizo aquel trovar,
las músicas acordadas
que tañían?
¿Qué se fizo aquel danzar,
aquellas ropas chapadas
que traían?
Jorge Manrique
En el anuario de 1972 que publicaron en mi colegio, yo no aparezco porque me habían echado con viento fresco las malhadadas monjas, y tuve que irme relegada al liceo. Pero aparece mi amiga Cecilia Hernández. Nos decían las comadres y nosotras nos tratábamos de usted, si me hace el favor. Después de usted, comadre.
Vengo llegando de Licantén: pueblo chico infierno grande decía la Ceci, hija predilecta de un juez civil, a comienzos de marzo haciendo su entrada triunfal cuando volvíamos a clases. O bien era probable que dijera:
Grandes vacaciones las que he tenido. Me lo pasaron muy bien en Achao Chiloé.
Y yo tenía que agregar:
-Pero, en cruz, para que no fuera pecado.
Me iba entregando capítulos en la misa de los primeros viernes, que las monjas mandaban hacer en el mismo colegio, en la capilla grande, donde según las internas, penaban; una monja muerta joven se aparecía al atardecer. Nadie la vio jamás, pero todas conocían a alguien que la había visto con ropa blanca y rapada, alma abandonada, rondando en la capilla.
Ahí mismo comenzaban los ataques de risa y las monjas creían que estábamos endemoniadas o éramos las endemoniadas, mismísimas hijas del mal. Nos miraban como asesinas porque pasaban meses sin que nos paráramos a confesarnos o a comulgar, y nos divertíamos con la cara de santas en éxtasis de nuestras compañeras camino al altar en busca de la Santa Comunión que no se podía masticar. No hubiera sido de señoritas andar mordiéndole el cuerpo a Jesucristo: un brazo, una pierna, la otra mejilla... ¡Qué sé yo!
Seguro que están en pecado mortal estas muchachas, sendas manchas negras en el alma. No sé cómo se las van a borrar, no hay penitencia suficiente para ustedes.
Ya no sacaban nada con llamarnos a los apoderados, porque los apoderados no hallaban qué hacer con nosotras.
Era el tiempo en que todo nos causaba risa, los moños de las profesoras, las carteras de las profesoras, las faldas de las profesoras, las piernas de las profesoras, las profesoras. Tanto adulto con su frase favorita: no van a llegar a ninguna parte.
La sotana de los curas, el cura que atravesaba el patio de los limoneros, sagrario en ristre, y un sacristán agitando la trilogía de campanitas de oro. Su paso nos obligaba a caer de rodillas al suelo donde estuviéramos: un dos tres momia es, en el baño, en la sala, donde fuera, al suelo se ha dicho, respeten al Señor que va pasando. No van a aprender nunca estas muchachas, caramba.
El colmo del deleite, la voz aguda y tiritona de las monjas:
iOhhhh, Marííííííía, madre míííííííía, ohhhh, consueeeeelo del mortaaaaal. Sagrado alimento para nuestros afanes imitatorios en pleno acto litúrgico.
Las feas del Sexto B, las negras bigotudas del Cuarto C, la vieja chancletuda de la cocina. Los dolores de ovarios que dejaban la mortandad en el colegio, las mocosas lloronas del kinder, la cacha de la espada, la pata de la guagua.
La Madre Superiora y la mamá de la Madre Superiora que vivía ahí mismo y se pintarrajeaba hasta los codos para vender berlines y empolvados en el kiosco. Daba crédito, eso sí, no faltaba más, y anotaba todas las deudas en su memoria.
Cuando la diabla propuso que le pagáramos con la plata que los fieles dejaban en la caja de las ofrendas a la entrada al colegio, yo sufrí mi único ataque de cordura.
No, le dije.
Si era una broma, me contestó.
Cuando no teníamos plata que era casi siempre, aplicábamos la estrategia number one. Se trataba de entrar a la sala habilitada como "el negocio de la vieja" durante los recreos y pedirle a la señora madre de la Madre Superiora que nos indicara el precio de algo que le mostrábamos con el brazo extendido a sus espaldas. En cuanto se daba vuelta, poníamos nuestras manos prestidigitadoras a disposición de calugas quiebradientes, manjares enfermos de añejos o su loco cuchuflí, y nos íbamos con el botín, después de agradecerle a la señora, la molestia; asegurarle que íbamos a buscar la plata y volvíamos, que nos reservara dos, y reforzábamos la solicitud mostrándole dos deditos cada una. Pocas veces regresamos por los encargos.
Si eso fallaba, poníamos en práctica la segunda parte de la estrategia. El "plan kinder" consistía en apersonarnos donde las niñas chicas cuando andaban corriendo por el patio y quitarles la colación. Panes con manjar, frutas, queques; todo lo que se pueda soñar salía de los bolsillos de las niñitas. Hasta que fuimos sorprendidas y llevadas al paredón. Como buenas gatas de campo tuvimos varias vidas.
Era el tiempo en que todo nos hacía felices, dichosa edad dorada.
El desiderátum era sentarnos en la última fila de la sala a conversar y conversar y conversar. Y reírnos y reírnos y reírnos. Nadie más felices que nosotras con nuestra amistad, las licenciadas en horas libre, las magister en recreo, doctorándonos en nuestra juventud y la insolencia de toda la vida por delante.
Vamos pasando la lista.
Monroy, Laura, la lora, dominada por su hermana chica, una pendeja prepotente. Su casa, las primeras fiestas con baile, música de Adamo y Rafael, Sandro y The monkees.
Nosotras, las chicas de las monjas, temblando en los brazos de los hermanos de las Aldunate y los hermanos de la Rossy, "jóvenes mozos estupendosos" que llegaban como vigilantes, pero al cabo de unos bailes olvidaban su misión y se dedicaban a ellos mismos y a las chicas malas que no llevábamos guardaespaldas ni guardianes de ninguna otra parte de nuestros cuerpos frescos, graciosos y gentiles.
Torrealba, María Soledad, dientes de conejo, buena como ella sola, la única rubia teñida del colegio con chasquilla oxigenada que escarmenaba durante toda la mañana.
Qué se fizo la Ceci y las niñas de las monjas qué nos fizimos.
La Juani con mamá en Rancagua, feroz departamento de soltera en la calle Dieciocho, buena para andar en taxi y dar consejos. Era su propia apoderada, se creía madura, pololeaba que era un gusto y se lo fumaba todo.
De guata, todo el curso entre las tablas de madera de la sala buscándole los lentes de contacto a la Juani. No era muy estupenda, pero como vivía sola, todos preferían pololear con ella.
Qué habrá sido de ti, Solivelles, Ximena, Sol y Bella, Ximenita, etérea como el Ángel de la Guarda. Apenas desplazaba el aire al caminar, todo lo impregnaba con su perfume de paraíso, la más aplicada del curso, la niña modelo. Entendía matemáticas y hacía las tareas, no como nosotras con mi comadre, el cuatrito apenas, a la rastra de año en año, de curso en curso.
Con la Ceci nos repartíamos el trabajo. Yo leía los libros y le daba los resúmenes. Ella me soplaba en biología, hacía dibujos, trabajos manuales y bordados para dos.
Juntas pirateábamos el estudio ajeno con unos ojos muy bien entrenados que se nos ponían curvos tratando de copiarle a las mateas durante las pruebas. Teníamos contraseñas, frases claves, golpes en la mesa, piernas brazos cuellos. Nos tatuábamos con la materia: fechas, lugares, nombres, fórmulas químicas y matemáticas.
Te acuerdas, Ximena, cuando danzábamos en las fiestas del colegio vestidas de tules y muselinas, lentejuelas y mostacillas, zapatillas de raso. Te juro, Xime, yo te veía despegar del suelo a la menor provocación de los acordes, como un hada verdadera interpretando el Cascanueces o el Lago de los Cisnes. Habrías podido concedernos cualquier deseo.
Una de tus mejores amigas la Besmalinovic, Isabel, buenamoza y buena para la historia de Chile y tomarse la palabra, la chiquilla. Casi se nos murió en Tercero Medio cuando se descrestó con su pololo en una moto que buscaba su destino.
Y la Delfina Millán y sus nueve hermanas. Fina, delfina, tranquila y silenciosa. En todos los cursos del colegio había una niñita Millán, cuál más responsable y aplicada que la otra.
Qué habrá sido de Zúñiga, Isabel y su alergia nerviosa. La hubieran visto cómo se rascaba hasta sangrar durante todas las horas de clase y los recreos, uñándose la piel como si tocara castañuelas en su cuello, a dos manos, mientras los ojos se le iban achinando durante la mañana.
El pelo negro y liso de la Pati Pedraza, del mismo largo del uniforme, aparecía antes que ella, puntualmente, por la puerta de la sala. Con el uniforme demasiado planchado, cero arruga, camisa impecable, zapatos ídem y sus accesos de tos cuando la sometían a la ignominia de la interrogación oral.
Y la Teresa Calderón, qué. Techi, para los amigos. Permanecía largo tiempo mirando punto fijo, boca abierta. Hablaba poco y se ponía roja. Le gustaba leer adelante y parecía siempre triste hasta que conoció a la Cecilia. Se lo pasaba en malla de ballet ensayando esquemas de gimnasia. Llegó a Quinta Preparatoria, venía de La Serena y decía shansho. La madre Isabel comentaba que así decían la ch en La Serena, que ella también venía del norte pero ya había aprendido a decir chancho.
Diga chancho, Teresa.
Shansho.
Chancho, repita.
Shansho.
Yuric, Margarita escapóse colegio una mañana. Crisis aguda, buscar pololo, aclararlo. Tal Pato habríala engañado en fiesta fiebre sábado en la noche. Primero haberla despachado temprano a casa pretextando enfermedad estomacal severa, él iríase a dormir. Se supo todo, mi comadre también haber bailado misma fiesta. Fin de Pato. Al agua.
Si este mundo es un pañuelo decía la Ceci. Y lo que es, yo, por ningún motivo le tapo nada a un hombre. Las amigas están primero. No llores, Maggie, los hombres no valen la pena. Hablaba la voz de la experiencia
Desde entonces, Yuric, Margarita, en venganza, pierna arriba, última fila subiéndose el uniforme para incomodar al padre Sebastián que no se incomodaba con nada. Uno de los pocos hombres que se veían en el colegio era apodado el ovni: objeto varonil nuevo identificadísimo, junto al viejo de física, al de química, al de castellano que por tratarse de mi pariente cercano estaba eximido de participar en el ranking.
El aseador también tenía sus admiradoras, nunca le falta Dios al creyente, porque a los 12 a los 13 a los 14 a los 15 a los 16, no hay atutía, estrógenos y progesterona unidos realizaron su difícil juventud, hacían el bien sin mirar a quien, no discriminaban edad, raza, religión, partido político, sexo, sí, a veces. La naturaleza no perdona y cualquier hombre resultaba atractivo con un poco de buena voluntad, porque nosotras también mirábamos con los ojos de don Quijote a Maritornes.
Una vez por semana llegaba el padre Sebastián. Un ángel negro en una moto negra acelerando por las calles. Vestido de oscuro, se suponía que era un sacerdote por el cuello blanco y la cruz. No sé en qué bendita hora estuvieron las monjas que el diablo las pilló volando bajo y abrieron para Sebastián las puertas del colegio. Varias pasamos a pérdida por el padrecito aquél: quisimos ser Camila O'Gormann, padre Ladislao, me muero de amor.
Renovado por su cuenta y riesgo antes de tiempo, sin el pase del Vaticano, tenía muy clara su misión con estas ovejitas descarriadas de la Viña de María. Después de poner el casco sobre la mesa, encendía un cigarrillo (también nos permitía fumar sin que lo supieran las monjas) y empezaba a hablar. Platón y Aristóteles daban vueltas por la sala. Lo que hayan dicho o dejado de decir esos cadáveres ilustres, nos entraba por un oído y nos salía por el otro. Sordas y mudas mirándolo, Sebastián de Dios, angelito del cielo, nos había autorizado a llamarlo por su nombre, nada de Padre, languidecíamos las 40 alumnas del curso, las 40 ladronas, por este hombre caído del cielo con su ábrete sésamo que nos lanzaba a la estratósfera los jueves de doce a una y media.
Joven e inteligente, morenazo y precioso, hablaba de las voliciones boliciones, decía la Cecilia, de bolas.
Siempre le buscábamos pareja, padre Sebastián. La monja tal o la monja cual. Cualquiera de nosotras, padre. Alejandra Pérez, Cecilia, Margarita, Teresa subiéndose el jumper, mostrándole los calzones, padre.
Cualquier mujer estaría dispuesta a hacerle el favor, oiga, curita, le dijo alguien del curso a quien no quiero delatar aquí. Y usted se puso rojo, padre. Pero Dios sabe, comprende y perdona. Venía el tiempo de Palomita Blanca, la marihuana, los atraques con tutti, la desfachatez, la insolencia y el desparpajo. Se avecinaban otros tiempos para las mujeres del mundo.
La Alejandra Pérez, flaca acelerada, nos mató el punto a todas.
Sale usted o salgo yo de esta sala, dijo Sebastián
Salga usted, contestó ella. Yo no quiero.
Y usted partió enojado a acusarla y tuvimos que ir corriendo a pedirle perdón entre todas; le rogamos que volviera a hacernos clases.
La Alejandra Meza y la Patricia Torres, inseparables, rubia lisa y morena crespa, la alta y la baja, flacas como debía de ser, mateas como ellas solas. La Patty que en su enredo de rodillas vivía en el suelo y aterrizó en todos los rincones del colegio desde que entró al Kinder con la Monito hasta que salió del Cuarto Científico. Típico que nunca sabían nada antes de las pruebas y siempre se sacaban un 7 que recibían como si fuera una gran sorpresa.
¡Oh! Nosotras jurábamos que nos había ido pésimo. Si no estudiamos nada. ¿Cierto, Ale?
Cierto, Pati. ¡Qué suerte tuvimos, ah!
La Isabel Godoy decía “o sea” por todo y un día apareció con moño para siempre. Elegante, según ella.
Y la Erika de Chuquicamata con arañazos de cobre en las mejillas.
Todas íbamos a ser reinas. Pero fuimos apenas carne de cañón, polvo al polvo. ¿Regresaremos? Tantas ovejas negras.
Mis compañeras de curso, tantos años con sus frases típicas y sus regalos útiles, la amistad a toda prueba, la juventud, la felicidad, interrumpida, a veces, por la miss María Eugenia de inglés, la gallina, la vieja más apestosa de todos los colegios que la vieron venir.
Gran Avenida. Paradero 9, esquina de los héroes del Claretiano y el mes de María con intercambio de pastillas rojas transpiradas entre las manos temblorosas al momento de recibir la comunión, el único instante supremo en que podíamos acercarnos hombres y mujeres, mujeres y hombres. Señor, yo no soy digna de que entres en mi morada, pero una palabra tuya bastará para sanarme. Terrible enfermedad que padecíamos por un pecado tan poco original y no teníamos idea. Tanto persignarse, golpearse el pecho, pedir perdón por algo que no habíamos hecho. Que le cobraran la cuenta a Adán y a Eva, caramba.
Venid y vamos todos, con flores a María que maaaadre nueeeeestra eeees. Las hijas de las monjas y los hijos de los curas unidos, riéndonos en la fila, mientras el corazón perdía la virginidad en la caverna lujuriosa del pecho, detrás del olor a nardos y azahares, a espaldas del amor a Dios y a nuestros hermanos. La mayor ofrenda que se podía poner a vuestros pies. Oh, María. Y esas flores cuya frescura y lozanía jamás pasan, las que vos seguís apreciando en vuestras hijas.
Los ojos vigilantes de la madre Isabel y los ratoniles de la madre Marta que hablaba de Cuba, no recuerdo si para bien o para mal, si para abril o para mayo, y nos tiraba de las patillas hacia arriba, tortura china, patillas si no comes, patillas si no estudias, patillas si levantas la voz, patillas porque bogas, patillas porque no.
Monjas que nos trataban de mal elemento, nos decían, rebeldes, como si dijeran, mala, bruja, tiñosa, a la hoguera las comadrejas.
Se les había puesto entre ceja y ceja a las Madres del Sagrado Corazón de Jesús, la idea peregrina de que éramos líderes negativos no negativas y otras del mismo calibre que no le hacían mella a nuestra siquis, desubicada según ellas, ubicada a más no poder para esta vida, sentíamos nosotras.
Y la Zaida Moyano, mejillas rojas tipo Heidi, voz ronca, pelo negro, hacía una risa con eco, oh, oh, oh, cada vez que los profesores decían chistes fomes o repetidos.
¿Dónde estarán mis amigas? ¿Dónde se metieron esos años? ¿En qué vericueto del tiempo estamos todavía, muertas de risa, abiertas a la vida completa por delante para que todo vuelva a repetirse? ¿Ah?
¿Dónde estaría la Divina Providencia cuando salimos del colegio? Abandonadas por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¿Por qué, por qué? Triple salto mortal con redoble de tambores y pasamos a 1973.
De ahí en adelante todo lo que ya se sabe. Crecimos de Golpe y Porrazo. No fuimos reinas, pero nos hicimos mujeres. No fuimos jóvenes para siempre, pero aprendimos a palos cómo hacernos adultas y pasamos capeando el temporal de esos años negros que se nos vinieron encima, cada cual su temporada en el infierno, sinopsis del Apocalipsis.
Las ilusiones se fueron al diablo, y sin entender muy bien lo que pasaba, nosotras las que íbamos a ser reinas, salimos expulsadas como bestias del Paraíso.
Con el recuerdo y el amor a mis amigas:
Cecilia Hernández, Secretaria.
Alejandra Pérez, Abogado.
Ximena Solivelles, Médico.
Margarita Yuric, Reflexóloga.
Alejandra Meza, Arquitecto.
Patricia Torres, Parvularia y Mamá con mayúscula.
Laura Monroy, Voluntaria de la Cruz Roja.
Delfina Millán, Químico farmacéutica.
Isabel Besmalinovic, Profesora de Francés.
Y al Padre Sebastián Navarrete.
Cecilia Hernández, Secretaria.
Alejandra Pérez, Abogado.
Ximena Solivelles, Médico.
Margarita Yuric, Reflexóloga.
Alejandra Meza, Arquitecto.
Patricia Torres, Parvularia y Mamá con mayúscula.
Laura Monroy, Voluntaria de la Cruz Roja.
Delfina Millán, Químico farmacéutica.
Isabel Besmalinovic, Profesora de Francés.
Y al Padre Sebastián Navarrete.
(Del libro: "Vida de perras", Ed. Alfaguara, 2000)
116 comentarios:
Pero qué me encuentro. Recuerdos.
Abrazos y saludos para todos ellos.
(Observando múltiples imágenes de entonces, sentada en la glorieta desde donde caían las flores de la pluma)
Me encantaría aclarar el concepto ese de "pasar a pérdida".
Cada cual lo entiende diferente.
Responda Therese ¿Cómo es posible que se pueda pasar a pérdida con un Padrecito?
Según mis recuerdos, el Padre Sebastián, jamás se llevó a nadie al río... o a dar una vuelta en moto, y, en cambio, les tuvo una paciencia de santo y se cuidaba muy bien con inteligencia y diplomacia.
Y cómo podría alguien pasar a pérdida con un santo...
La verdad es que me puedo estar metiendo en un feroz lío, pero tengo la impresión, de que estamos usando el derecho a ficción, con esa licencia 007 donde todo puede ser o parecer.
Según mis recuerdos, ustedes eran niñas rebeldes que querían hacerle el cuco a la monjas, pero en el fondo eran unos ángeles.
Luego, entre santos y ángeles quién podría pasar a pérdida.
Pasar a pérdida significa que nos enamoramops de él, del Padre Sebastián, y nunca nos llevó ni de apunte, no nos dio ni la hora, no nos pescó ni en bajada.... eso es pasar a pérdida... enamorarse por cuenta propia de un curita ¿Captas?
Entiendo. Ahora sí me queda claro.
me gustó mucho la historia . me gusta bucear en ese tiempo aunque encuentro muy pocas cosas por mi mala memoria. me gustó leer lo que había del otro lado , del mundo femenino sobre el que tanto ignorábamos . que premonición la vuestra saber que íbais a se reyna. besos
Hay noches, las de más claridad y ensueños, en que busco a ciegas a mis amigos del liceo...
Y cruzo tantos ríos y nostalgias que me ahogo.
¿Dónde están? ¿En qué distantes pueblos de una desmesurada memoria?
María Santísima,
qué hacer con esta niña?
Que tanto tiempo después
todavía enamora
y nos hace caer
en pecado.
Es que el diablo
no respeta ni al tiempo.
Ayyyyyyyy, nada que ver. No ve, usted, que me pongo nerviosa con esas cosas que me dice... muy nerviosita...
Recuerde Therese, hoy en la consulta aquella, sólo vea mariposas, bailarinas, sistemas solares, coronas de reina... jamás, jamás murciélagos, calaveras, dagas o pantanos.
Vea lo que ellos quieren que usted vea porque la muerte no existe, no exita y no es exitosa en el trabajo, porque siempre pide licencias o anda cargando una bolsita de lágrimas que pueden generar una epidemia.
¿Comprende usted?
Cuando vuelva a su casa, ríase a gritos como lo hicimos esta mañana...
ahora repita: "Sólo veo mariposas que escapan de la mancha de Rorchard y vuelan por toda la habitación llenando de colores el triste rostro del facultativo que esperaba descubrir a la muerte, como cada día mientras decide ver mariposas..."
¡Te mueres lo que vi, Lilita, Lila infame... en el test! Pero dije, como lo ensayamos en la mañana, que solo había mariposas de colores había, y animales selváticos, había, y divertidos bufones parlanchines, había, y caballeros de la rosa, eso dije...
¿Me condenaré en las profundidades del infierno y de esa sinrazón que la razón desconoce?
¡Ohhhhhhhhh! ¡Ay de mí!
Jajajajajajajajaja
Nunca debes ver en una mancha: muerte, corrupción, ciénagas, cadáveres, dólares, tarjetas de crédito, hambre, horror, tristeza, sexo, lujuria... no, siempre mariposas o pompas de jabón...
eso ven todos después de la fluoxetina, el ravotril, diazepan, alprazolan... agrega, agrega...
Y una farmacia en cada cuadra y más mariposas, y por la noche luciérnagas, solo bellas luciérnagas...
Así es: bellas luciérnagas a la hora de ver lo que no queremos ver... esa es la cuestión...
Y mariposas y pompas de jabón, sí, y solo cosas bellas... nunca violencia en una mancha, nunca cadáver, nunca ciénagas, a no ser que se trate de ciénagas que se tragan a las bellas luciérnagas y a las inocentes mariposas en las noches de plenilunio.
Esto corresponde a un instructivo de distribución gratuita en la república para todos los ciudadanos que deban enfrentarse al TEST DE RORCHARD
Gentileza de Lila y Therese
yo he visto un domador de fieras atusándose los bigotes ¿eso es malo?
jajajajaja
Un domador de fieras, Colombine, atusándose los bigotes, estaría pésimo, y usted no calificaría para trabajo alguno, dado que el especialista de la salud de la mente vería en usted a una persona peligrosa que quiere dominar a otros por la fuerza...
Y aún peor, el especialista, llámemosle sicólogo por no encontrar un mejor nombre, considerando que anda con un logo en su propia psique, diría que usted se considera superior al resto de la humanidad, dado que además del poder que el domador representa en sí mismo, usted dominaría por la fuerza del látigo a otros seres que usted considera "inferiores", y, que para estos efectos, serían los animales...
Por otra parte el domador, en el gesto de atusarse los bigotes, manifiesta su fascinación con el dolor ajeno, es decir usted, inocente Colombine, sería calificado como un sátiro, perdón quise decir sádico... (ese lapsus me costaría la vida en la entrevista) que goza con el dolor que usted lo proporciona a estos seres inferiores...
¿Se da cuenta, mi querido Colombine de la voz sagrada y de ritos de encantamiento, de la gravedad de lo que vio?
Corríjase de inmediato y vea como dice Lila infame, solo mariposas, luciérnagas, amores encendidos y... tantas cosas que los visitantes a esta casa podrían aportar.
Colombine, le sugiero que vaya al sicólogo para que le apliquen nuevamente el Test de Rorchard.
Relea el instructivo frente al espejo, ensaye gestos, y memorice todo lo bello que pueda imaginar... porque así podrá salir bien de este trance a que nos someten ellos, los verdaderos y perversos domadores.
¡SUERTE!
pero, querida Theresa, ese sicólogo hubiera dado en el clavo, vamos que me ha clavao . por favor déjeme su tarjeta de visita.necesito urgentemente hablar con él ( o ella)
(una visita anónima se ríe carcajadas)
Aquí la tiene, frente a usted...
También interpreto sueños, Colombine de la voz sagrada.
¡Atiendo día y noche! por orden de llegada
riente espiritu anónimo . por favor deje de carcajearse y manifiéstese.
uyyyyyy se hace tarde . me voy
A mi visitante anónimo también le puedo aconsejar...
Es cosa de preguntar nada más, y como ya todos sabemos, no hay peor gestión que la que no se realiza.
Besos y mariposas y luciérnagas a todos...
Os saluda
La doncella Therese transfigurada en psicóloga que hace ejercicio ilegal de la profesión, pero que le apunta más que Robin Hood.
Estoy agotadísima,
ya no puedo más,
por favor vayan a jugar
a los pistoleros
y déjenme en paz.
Yo sueño con dedicarme al arte, quiero ir a liberarme
donde Jackson Pollock,
ése es el mayor misterio.
No ver nada, donde no hay nada.
Y no puedo manifestarme
es peligroso
me pueden cubrir
con una capa de pinura.
Buscad a Tiresias
y preguntadle al viejo sabio
qué es lo que él ve.
Si ve mariposas
entonces va con los tiempos
y contratadlo por mantener intacta
la visión de futuro
sobre la gran mancha del mundo.
Las manchas que hablan no tienen remedio. ¡Hay que ingresarla de inmediato!
(Apuntándola con la lanza)
¡¡¡¡Conmigo no se atreva Therese!!!!
Llamen a los camilleros fortachones con una docena de camisas de fuerza. Ya veo que se me va a llenar de locos este recinto sacro.
-Ya pues, señorita secretaria, mueva las patitas... ¿O anda viendo leseras usted también?
-No doctora, yo la veo a usted no más.
-Ah, ya está bien, entonces. ¿Me ve como mariposa o luciérnaga?
-Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario, doctora.
-Bien, bien, ha pasado la prueba, porque me puse una tarjeta del test de Rorchard en la cara y si usted decía que me veía a mí estaba frita, mire que aquí con tanto loco cuesta mantener la integridad mental.
¿Ven, qué les dije? Ya llegó hasta el Quijote de la Mancha, lanza en ristre...
Y ese, ya sabemos, no es más loco, porque no se levanta más temprano.
Manchas habemus!!!
Venía a ver si había llegado algún otro paciente para aplicarle el test de Rorchard, pero no veo a nadie por aquí...
Con ese test quedan todos rochados.... mmmmmmmm
¿Me llamaron?
Yo también tengo unas manchitas que quiero desplegar en la red.
¿Puedo?
Es una vía láctea
¿Me llevarán al psiquiátrico o a la cárcel?
Depende de eso si me expreso o no.
Exprésese libremente mi admirado Jackson Pollock...
¿Ha visto usted una vía láctea en alguna de las tarjetas del Dr. Rorchard?
Antes de que responda, sólo dígame, ¿quiere que le haga una interpertación de lo que usted visualiza o desea pedir hora para iniciar una terapia sicoanalítica?
En cuanto a lo de siquiátrico o cárcel, le diría que se está lo mismo en ambos lugares, tanto como en la calle o los lugares de trabajo. De manera que no se preocupe demasiado, ya que eso sería un simple detalle.
Lo que me preocupa es saber si usted realmente vio una vía láctea y en cuál de las tarjetas. Debe ser preciso y específico.
No me haga perder el tiempo, mire que vale oro, usted lo sabe mejor que yo. ¿O no estoy en lo cierto?
Más pacientes, se atenderán en la tarde.
Ahora: cerrado por colación.
Llegué tarde...
¿Atienden por Fonasa?
yo veo manchas en el pulmón, ¿será que estoy loco o soy gémenis, dottora de ciencias ocultas?
Mon Cher Therese: yo veo las manchas del sol en sus ojos, y las manchas del amor en su alma, y las manchas de la luna en tus labios, mi gitana con manchas en la faldas, las manchas que le dejaron mis señas de amor.
yo soy tu mancha oculta.
yo soy el que manché tu corazón.
para siempre.
manchados de amor
¡¡Glup... glup... glup!!
Me tragué un sicólogo... este sí que venía manchado.
Señor anónimo, le aconsejo que use reloj y que vea la hora de vez en cuando.
En cuanto a llegar tarde, ya implica un severo trastorno siquiátrico, a saber: una necesidad de llamar la atención que lo deja al borde de la egomanía o egolatría como se menciona el sindrome en otras literaturas. Además nos encontramos con una incapacidad de concentración cuando usted pregunta si se atiende por Fonasa, porque ya dije más arriba que este es un servicio de asitencia gratuita, dado que las estadísticas indican que la mayor parte de la población chilena padece de serios trastornos mentales ¿o además es usted un tarado ignorante que no lee las noticias, o peor aún, un pelmazo que aumenta la cifra de los que no entienden lo que leen como también lo indican las estadísticas de nuestro territorio patrio.
Sabe qué más, yo creo que usted no tiene remedio, además es anónimo y de allí surge una contradicción vital que nos hace preguntarnos: ¿Por qué un anónimo, es decir alguien que oculta su identidad (porque anónimo viene del latín, donde "a" es un prefijo que significa "sin" y de "nomine" que deriva en nombre) llega atrasado para llamar la atención?, es decir para obtener exactamente el efecto contrario, ya que todos sabemos que más se nota el que llega atrasado que quien lo hace puntualmente.
Caso cerrado: Diagnóstico: personalidad escindida con tendencia obsesivo compulsiva.
Ahora, ¿cuál es el mayor problema? Respuesta: no saber qué vamos a hacer con usted, ya que si no vio las noticias, le puedo informar que hace 3 días el Hospital Siquiátrico de Santiago de Chile ha dejado solo a 6 médicos de los 12 que había, porque según las autoridades, no hacía falta tanto siquiatra en un siquiátrico, sino, en su lugar, varias asistentes sociales y alguno que otro sicólogo.
Ahora bien, si usted regresa otro día, y viene a la hora, yo puedo atenderlo, no sin antes hacerlo pasar el test de Rorchard, por supuesto, como todos, porque aquí no hay favoritismos de ningún tipo. Usted puede ver que un paciente español, explicó lo que había visto en el test y de ese modo fue posible hacer una interpretación tan adecuada que él se sintió totalmente identificado y ya forma parte de mi larga lista de pacientes.
Les recuerdo a todos los interesados en rehabilitarse, que esta es una clínica seria de alto prestigio y de fama internacional donde atendemos a pacientes de todas las nacionalidades.
Al duende, a king Lear, a Tomás y a la mancha voraz les contestaré más adelante.
Atebntamente los saluda
Therese
Doctora en Ciencias de la Mente
(Ambas se sientan con las piernas cruzadas como Buda, se arreglan un poco el pelo para verse ordenadas)
¿Y qué significa, amable doctora, sentirse identificada con un animal como la cebra, pero con una cebra doble y cautiva?
Le ruego no exponerme al ridículo porque soy muy sensible. Nunca me he hecho el test pero donde hay una mancha, yo veo un cazador o un degenerado.
Pero yo creo que estoy muy bien de la mente, porque arranco y corro más rápido que ellos y siempre me salvo.
Vine porque sé que la atención es gratuita, eso sí yo no soy anónima, cautiva, pero anónima no.
Por el alto interés que me produce el caso, responderé a la lila infame.
Me tendrán que esperar los pacientes anteriores.
Sus dudas existenciales, Cebrita Magritte van más allá de las que podría formularse cualquier otro mamífero.
Sin embargo, debo decirle que no atiendo aninmales ni manchas.
Así y todo le daré un consejo: tenga mucho cuidado con un domador español que anda suelto. Podría ser peligroso para una cebra que se describe a sí misma como sensible, y que se identifica con una cebra doble que en toda mancha ve un cazador o un degebnrado.
Siendo como es, un animal es lógico que vea cazadores, por eso le dijo que se cuide del cazador español.
Si ve degenerados, también sería normal en su caso porque usted es una cebra fémina que debe haber tenido las mismas experiencias de casi todas las niñitas que se encontraban con el hombre del abrigo y desnudo debajo, mostrando su vara para que saliéramos gritando y corriendo, mientras él llevaba a cabo su ritual que no mencionaremos, ya que aunque soy sicóloga también tuve traumas de infancia con degenerados de abrigo y ese es un tema sensible para mí y del cual prefiero no ahondar ni dar detalles.
Espero que mis consejos le sirvan
Atentamente
Doctora en Ciencias de la Mente Humana
Therese
Gracias, doctora de la mente humana y animal, nos retiramos muy agradecidas por sus palabras, cuidando como es debido y con todo respeto, de no dejar detrás de nosotras ninguna mancha, que pueda avergonzarnos.
Me fueron a avisar que está haciendo excepciones, quiero ayuda, yo sin necesidad de ver manchas en todas partes veo animales enfermos ¿que será eso doctora?
Ahhhhhhh, eso es muy sencillo, bello caballito que se mueves en su pesebrera: sucede que usted es una yeguita de gran capacidad para entenderse con los animalitos, mucho mejor que con las personas. ¿Por qué se preguntará usted, Cecivet?
Respuesta: porque usted ha sido dotada de una naturaleza generosa y un gran sentido del servicio y la ayuda al prójimo. Y como su prójimo son animalitos y usted tiene especial temor a las enfermedades, intenta, al sanarlos a ellos, sanar sus propias heridas y dolores.
Diagnóstico: usted, Cecivet es un animalito de mente muy sana... si aquí los enfermitos son los humanos.
Yo le aseguro, y casi pondría mis manos al fuego, que usted es una médico veterinaria ¿Me equivoco?
Atentamente
Doctora de mentes humanas
Therese
El que sabe, sabe.
¿qué puedo hacer doctora, si es que a veces siento frío y otras veces calor ?
en la siguiente tarjeta ví a un pinguino antártico recitando a Holderin ¿eso es grave , doctora? ¿cree que me aceptarán en el nuevo trabajo?
nota : el puesto es de vendedor de seda dental
Mmmmmmmmmmm, hay una tendencia al frío, a los hielos... y eso es bueno, porque el caballero del abrigo que llegó antes que usted me va a producir un colapaso, por mi historia personal, ya sabe usted, lo conté más arriba a las señoritas cebras...
Volviendo a usted, Colombine, yo creo que podrá acceder al puesto si cambia al poeta. Diga que leía a Rubén Darío, es más amigable, no produce conflicto.
Eso por ahora, porque hoy he tenido la consulta llena y las neuronas ya no se me juntan...
Atentamente
Therese
Doctora en Ciencias Mentales
en las cartulinas sólo veo flores : margaritas , rosas , tulipanes ¿cree que puede tratarse de alguna enfermedad degenerativa? ¿estaré perdiendo facultades?
CERRADA LA CONSULTA POR AGOTAMIENTO MENTAL DE LA DOCTORA.
(la doctora sale de la consulta viendo manchas por todas partes y degenerados de abrigos que se abren y cierran)
La doctora continuará atendiendo mañana sábado en horario de oficina
(anuncia la secretaria)
Me van a deshacer de la risa, todos estos locos degenerativos y manchados.
El cazador debe estar perdiendo su potencia y... puede ser algo degenerativo... ¿o es una estrategia para que se le acerquen sin miedo los animalillos indefensos?
no empiecen con divagaciones y teorías absurdas . ya mañana la doctora therese resolverá.
¿como que cerrado ? ¿y las urgencias quien las atiende? .
!!!esto es una estafa!!!! dijo que atendería día y noche y por orden de llegada
es verdad . hace horas que ceró y no ha vuelto y además dicen que siempre cuela a las cebras
¡Calma, calma mucha calma...!
Ya sé que mis pacientes me necesitan mucho. Por eso estoy aquí a vuestra dispocisión.
¡Se inicia la sesión atención durante este día sábado!
(mira la hora son las 8:14 minutos)
Seguro que me secretaria se fue de carrete anoche. Ella no perdona viernes ni sábados ni fiestas de guardar. Y sabe que su hora de llegada es a las 8:00 AM. Tendremos que conversar seriamente y de paso le aplicaré algunas tarjetitas de Rorchard, no vaya a ser que se me esté contagiando con las neurosis de mis pacientes.
Entonces que pase el Duende.
A este lo pongo de inmediato en el diván... No me queda claro si es duende o se cree duende. Mmmmmmmmm, habrá que ver...
-A ver, qué tenemos... Pero no se me siente ahí, tiéndase en el diván por favor.
-Pero, doctora, si yo vine a consultar por unas manchas que veo, no vine a acostarme ni a dormir.
-Mire, duende, aquí las reglas las pongo yo, o se me va de inmediato... mire que esta es otra excepción que estoy haciendo. Sólo atiendo personas, ¿entiende?
-PERO SI YO SOY PERSONA-DUENDE
-Bien, bien (no hay que discutir con locos, eso lo aprendí en la práctica profesional, y cuando hice la beca de la especialidad, llegaron varios que se hacían llamar Napoleón)
-Nombre Completo:Duende nativo de los bosques nevados de las Frías Tierras Escandinavas.
(este sí que está de atar)
-Fecha de nacimiento:
-No lo tengo muy claro, doctora, porque no me pasaron por el registro civil cuando nací, solo tengo claro que nací en Suecia el siglo 30 antes de cristo.
-Ya, ya, ya, entonces usted, es un Troll, no un duende... Suecia, me dijo verdad.
-Sí, doctora, nací en los bosques nevados de Gotemburgo, pero viví mi juventud que conservo hasta hoy, en Estocolmo, y hace solo unos meses que vine a Chile, porque me llamaron del Castillo de King Lear, cuya fama ya trasciende tiempos y fronteras.
-Así que el castillo Lear... de allí me han llegado varios pacientes... (creo que voy a tener que pedir refuerzos, porque allí sí que están TODOS locos, loquísimos, locos del verbo loco)
-Ya, ya, y ¿cuál es su problema?
-Veo manchas en el pulmón pues, doctora, si se lo dije cuando vine antes.
-Ah ya, sí, me acuerdo, pero las manchas las ve en sus pulmones o en los ajenos.
-En el mío, doctora.
-En el izquierdo o en el derecho?
-En el... (hace como que escribe para entender si es el izquierdo o derecho) derecho, en el derecho, doctora...
(este duende tiene problemas de lateralidad, además)
-Bien, qué más.
-Que quiero saber si estoy loco y necesito tratamiento o es porque soy géminis.
-Mire, si fuera por géminis vería manchas en dos pulmones derechos y sólo ve en uno, entonces no es por géminis.
-¿Loco? todos un poco, quien más quien menos... tampoco es problema.
Usted no entiende que a mí como profesional de la salud mental me intersan las manchas. Especifique qué ve en la mancha de su pulmón
-No veo nada, doctora, solo que es una mancha.
-Bien, bien , bien, solo ve una mancha en la mancha... ¡Levántese!
(miestras el duende se sienta en el sillón, la doctora dictamina:
Diagnóstico: Pulmones vírgenes, usted, duende no le ha trabajado nunca un peso a nadie. Y eso para alguno es una enfermedad y para otros no, entonces usted debe ver si eso le produce conflictos, porque si a usted no le importa, entonces no le importa a nadie más.
Ahora, váyase al castillo y sea feliz. Vuelva cuando empiece a ver cosas concretas en las manchas.
-Hasta luego, doctora, muchas gracias y le da un agarrón en el trasero cuando se retira)(lo que hay que aguantar, no digo yo)
-Hasta luego entonces, duende... (hasta nunca, piensa la doctora, duende y degenerado encima).
(cuando sale de la consulta ve que viene la secretaria, echándose perfume y se saludan atentamente. Mientras ella pone la llave en la cerradura, el duende le pone su llave en la cerradura de ella.
-¡Ayyyyyyyyyy, qué pasó! Creo que todavía me duran las sensaciones del carrete de anoche... (dice en voz alta y entra a la consulta)
-Buenos días, doctora,
-Buenas noches, Eloísa, ¿son horas estas de llegar?
-Ay, doctora, usted sabe que yo siempre cumplo, incluso no me importa trabajar horas extra, así que no sea tan fijada hoy, además es sábado...
-Ya apúrese, Eloísa que tenemos muchos pacientes.
-Doctora, me gustaría contarle algo qué sentí cuando venía entrando a la consulta... fijesé que saludé al duende que iba saliendo y....
-¿Vio manchas?
-No, doctora si es otra cosa, fijesé que entonces...
-Si no se trata de manchas, entonces es IRRELEVANTE... A otra cosa, mariposa.
-Ya doctora, usted sabrá, pero lo que me pasó fue que...
(la doctora le hace un gesto con la mano para que se calle)
-¿Quién sigue?
Al peligrosísimo sicópata ya impaciente, lo voy a atender al último por deslenguado... Miren que decir que se andan colando cebras. Y a él qué le importa...
Esperará lo que tenga que esperar... ¿¡Me oyó bien?!
Además, demoré una hora en atender al duende que acaba de salir.
Ahora me tomaré un café y me fumaré un buen cigarro de esos naturales de hojitas verdes machacadas que me manda una amiga sicóloga de Colombia.
-¡¡¡Eloísa!!! sírvales un cafecito a los pacientes de la sala de espera. que ya vuelvo...
-A ver, a ver, que tenemos ahora, Eloísa (ella le entrega unas fichas)
-Mmmmmmmmmmm, manchas... no atiendo...
King Lear, qué bien, el rey enamorado, machista y celoso, que ve manchas por todas partes...
-¡Eloísa, dígale al rey que lo atiendo esta noche en mi cama, perdón quise decir mi casa!
(la doctora es bien buena para el leseo y se hacía la tonta... miren no... y sale)
-King Lear, dice la doctora que ella lo atenderá esta noche en su casa.
-Decidle a la doctora, que yo la atenderé a ella en mi castillo y de paso conversaremos acerca de las manchas que veo? A qué horas deberé mandarle el carruaje?Preguntadle, niña, os lo ruego, que me muero de manchas...
-Dice que tipín 10 de la noche la mande a buscar. Chao rey, que le vaya bien en su castillo, ¿Y cuándo se nos casa con la doncela Therese?
-Mañana serán celebradas las bodas, por eso también necesito conversar con la doctora.
(saluda y se retira. Eloísa le hace una venia como en las películas que ve y que se pasa por su cuenta con cada tipo que conoce)
-Que tengáis mucha suerte, Rey Lear.
-La tengo, la tengo, bella doncella. Os agradezco vuestra noble gentileza y os espero en la fiesta de mañana.
-¿Quién viene ahora, Eloísa?
-Tomás, doctora.
-Tomás, que pase.
-Que pase, dice la doctora.
(Tomás entra y mira fijamente a la doctora que le empieza a ver manchas en los ojitos celestes tan bonitos que tiene)
-Dígame, Tomás (tratando de guardar la compostura) así es que en lugar de ver manchas, usted mancha a otras personas ¿Con su amor las mancha verdad, eso decía ayer?
-Así es, doctora, así es... (mira con tristeza hacia el suelo)
-¿Por qué no me explica un poco más eso de manchar a las otras personas?, porque yo no entiendo metáforas y por lo que vi en su expediente, su descripción es como un tipo de poesía... ¿O me equivoco? Le propongo que vuelva con el detalle y la especificación de sus visiones. ¿Le parece?
¡Eloísa! ¿Quién sigue...?
-Gonzalo Contreras, doctora.
-Pero él no ve nada, porque el que sabe sabe.
¿Quién vendría a continuación?
-El caballero del abrigo, doctora.
-Dígale que me espere un poquitito.
(voy a tener que hacer mis ejercicios de relajación y purificarme con inciensos antes de atender a este sicópata... Cuando me acuerdo del que nos esperaba todos los días afuera del colegio para mostrarnos la vara, se me reactivan las vivencias y pierdo mi centro... horror. )
Doctora, este, hee (queda mirando a la doctora y la vé llena de manchas azules, verdes y rojas)mancho, pues doctora, lo es mancho mancho, o sea mancho, no sé si me capta. Del verbo manchar, yo mancho, primera persona del singular, presente del indicativo si no me equivoco... cuando miro a alguien que amo... es que... y no es metáfora ni poesía. ¿estará en mi pura mente? ¿habré pecado? ¿tiene alguna relación el pecado con el inconsciente? (ve a la doctora como uno de esos hongos de los cuentos de hadas, llena de manchitas de todos colores)
mei, ahora veo puras vacas mancháh pero verdes, octorcita, porque me jui del sure a un castillo, y una cebra me acompleja, me dice que soy costumbrista al... esculpe hotora, peo o ventosidad si misiá prefiere el curto formal. ¿estaré endiablá? ¿como las vacas van atener manchas verdes miriá otora? Además tengo que andar too el día trah e una doncella que le llaman, mah dehcocá. ¿me tomo una agüita e llantén, otorcita?
(Abre lentamente la puerta para ver cuántos pacientes quedan todavía)
¿Puedo pasar?
¿Hay que sacar número?
¿Uno solo?
(Al hombre del abrigo)
Voy a hacer unos trámites a un cibercafé, ¿me puede cuidar el puesto?
(El hombre se abre el abrigo)
Está bien pero no se demore mucho...
-Pase por aquí, caballero del abrigo, dice la doctora que se saque el abrigo y se ponga esta bata (le entrega una bata blanca) y que se la amarre hacia atrás, bien amarrrada, yo le ayudo.
(el hombre hace caso de inmediato a las instrucciones de la secretaria enfermera Eloísa, y se saca el abrigo allí mismo delante de los demás pacientes, quedando en poelotas)
-Oiga, para eso está la otra sala, que esté enfermo no lo autoriza a andar desvistiéndose delante de todos nosotros, que no tenemos nada que ver con sus problemas. Tenga respeto por los demás pacientes, porque lo que es por mí, ya estoy acostumbrada y no me ofendo por nada, para eso me hice sicoanálisis como 10 años.
-Ayayayay, me voy, aquí hacen desvestirse a la gente, y habían dicho que era para ver manchas nomás, (grita una señora anciana)
pero... ya he visto tanto, que qué le hace el agua al pescado.(vuelve a acomodarse en su silla)
-Ya pase, y no se le vaya a ocurrir sacarse la bata delante de la doctora porque o si no, se va a quedar sin atención y ella lo pondrá de patitas en la calle, y en pelota, porque yo no le devuelvo el abrigo, así que cuidadito...
(entra y saluda muy respetuosamente, pero la doctora le niega la mano)
-Y bien, caballero del abrigo, ¿cuál es su problema, aparte de quitarse y ponerse el abrigo, independientemente del factor climático? Hable ahora o calle para siempre, mire que tengo llena la consulta...
-Doctora, le puedo pedir un favor... yo quisiera sacarme esta bata y ponerme el abrigo para explicarle mejor.
-Está bien, (no hay caso con estos degenerados y hay que ponerles cara de moai para que no se den cuenta de cuánto la afectan a una)
¡Eloísa! (grita descompuesta) el abrigo para el caballero!
-¿Que ya se va, tan luego? (pregunta intrigada la secretaria enfermera)
-Ya se ha ido y venido como tres veces, mírele la bata, Eloísa, parece un trapo con engrudo.
-Ya, así sí, con mi abriguito me siento más YO de nuevo (dice agitado y agradecido)
-YO, ¿qué sabe usted del Yo, del Ello y del SuperYO? Nada, no sabe, apréndale al poeta Gonzalo Contreras: el que sabe, sabe.
(la doctora ya está gritando y se oye en la sala de espera. El hombre se saca la bata y se pone el abrigo, pero tarda demasiado y la doctora se tiende en el diván con un ataque de pánico invalidante)
(entra la secretaria muy calmada)
-Vuelva otro día, caballero, mire que la doctora está haciendo una crisis, tengo que inyectarla.
-¿Cómo que otro día? ¿Cómo que una doctora en crisis? Entonces yo estoy sano... no vuelvo más...
HASTA NUNCA
-Chabelín no más (dice la secretaria) y pa la cuestión tan re chica que anda trayendo debajo del abrigo... con eso no se asutan ni las niñitas de los colegios de monja, pues hombre.
- No crea, señorita, perdón ¿cual es su gracia?
-Eloísa
-Señorita Eloísa, no menosprecie lo que no conoce.
¿Que me habrá querido decir este degenerado picante, con el abrigo lleno de hoyos por todos lados...(piensa mientras inyecta a la doctora, quien ya lanza espuma por la boca)
Pobre doctora, voy a tener que pedirle hora de urgencia con su sicoanalista (piensa con lástima)
NO MAS ATENCIONES POR HOY (anuncia a los que esperaban su turno)
(Entra corriendo)
¿Me toca a mí ahora?
¿Sí?
mmmmm parece que aquí no hay nadie... me iré al espejo de Colombine a oír la canción "Nembutal" para entretenerme. Debiera ponerla como música de fondo en su sala de espera, doctora.
yo venía a por más recetas . veinte frascos . ¿puede ser?
(Entra volando bajo porque lleva puesta una corona que encontró en el teatro)
Vengo porque me dieron este dato,
pero como nadie hay voy a dejar
una fotocopia
con las líneas de mi mano,
¿servirá también?
¿No será lo mismo
que leer la mente?
En todo caso
lo único que me interesa
es...
(se produce un terremoto
en el sur de Chile
y debe alzar a toda prisa el vuelo)
DORTORA,DORTORA, ABRA PRONTO POR FAVÓ . VI UNA REINA VOLANDO CON UN PAPÉ EN LA MANO. ENTRÓ POR AQUELLA VENTANA DIÓ UNA VUERTA Y SE MARCHÓ OTRA VEZ POR LA MISMA VENTANA . DESE PRISA DORTORA . CREO QUE NECESITO QUE ME SUBA LA DOSIS, O ALGUN ELECTROCHOK, O ARGO .
Creo que voy a morí...yo tampoco soporto ma la risa, dortora, deme argo a mi tambié!!
(Entra con los ojos como huevos fritos celestes buscando una camilla)
Doctora, algo en usted, aunque es una niña tan joven, me da confianza ¿puedo tenderme?
(lleva una máquina de escribir eléctrica colgando del cuello que casi lo asfixia)
Siento ahogos, doctora y sólo veo papeles en blanco ¿será peor eso que ver manchas?
Y yo soy tan sano, no tomo café, no fumo, no bebo alcohol, no voy al tragamonedas -como unas niñas que se fueron incluso en navidad y por fortuna para ellas estaba cerrado-, a las 10:30 de la noche estoy durmiendo, pero veo cómo en el departamento del frente -de unos escritores loquitos- salen manchas a todas horas y tienen las luces encendidas hasta el amanecer, yo le he avisado a una hija muy cuerda que tengo, a la que ellos le dicen la "moai", pero ella ahora solo responde por chat...
(la máquina eléctrica que lleva en el cuello toma nota por sí sola.
Pasa la secretaria y cuidadosamente, tan sutilmente que nadie se da cuenta, le pide un corrector blanco porque revisa el ir y venir de la escritura y ve que se le chispoteó una letra)
A ver, a ver, ¡qué está pasando aquí, caramba...
Orden, orden, tomen su número y se sientan esperar.
La doctora ya viene, que aún no se recupera del impasse con el degenerado del abrigo que vino en la mañana.
(¡Estos locos ni pagan ni hacen fila y exigen más encima...! Qué se habrán creído, piensa mientras saca el espejito de su cartera, pinza en mano, para sacarse un pelo negro que le sale en la barbilla después de los caretes del fin de semana)
-¿Qué significa impasse señorita, (pregunta doña Eduviges, pero la secretaria la mira y no le responde.
-Parece que signifca "que no pase nadie" (dice la del Nembutal)
-Mira la doctora no tiene ningún respeto por las letras... tienen ahí tendido a don Alfonso hablando sólo ¿y a quién verá?
-buena pregunta.
(entra finalmente la doctora Therese y los pacientes se le tiran encima)
¡Ya, aquí vengo, calma, calma, no se me abalancen!
-¡Eloíiiiiiiiiiisa! (grita en la oreja de la secretaria, quien se rasca la barbilla, porque parece que se le infectó el pelo que quería retirar con la pinza)
-¡Páseme las fichas, por favor. ¡Qué tenemos por acá...!(revisaando mientras busca los lentes)
Mnnnnnnnnnn, dos adictos al nembutal, una señora del campo que le ve manchas de colores a las vacas, más anónimos... y miren qué tenemos por acá... don Alfonso Calderón, que fue mi profesor de gramática sincrónica en la universidad....
Bien, empezaremos por los casos más graves, los adictos y el otro degenerado quedan para mañana (dice mientras la gente empieza a reclamar)
-Pero, doctora, yo llegué a las seis de la mañana y me he movido de aquí, pa qué ni le digo nah mejol la de manchas que le he visto en la paré.
Yo exijo que me atienda primero, casi estoy pegá a la silla y todos los otros estos gallos llegaron despuéh que yo.
-Mire señora, si llegó a las seis de la mañana y ha esperado hasta ahora, puede seguir esperando otro momentito, mire que aquí tenemos a don Alfonso Calderón a quien atenderé de inmediato, porque su caso es muy grave, mire como le cuelga la máquina de escribir en el cuello y trae las hojas en blanco, aunque él las ve llenas de manchas.
Y además la doctora aquí soy yo, caramba, y voy a atender a este caballero, que por si no lo sabe usted, es una gloria de las letras chilenas, Premio Nacional de Literatura nada menos, y tiene mucho que seguir escribiendo todavía... además fue mi profesor y a los profesores hay que atenderlos bien, ya que como les pagan tan mal, por lo menos merecen ser bien atendidos. Y usted, señora, trabaja en el castillo de Lear y ahí debe ganar harta plata siguiendo a la doncella casquivana con que va a casarse mañana.
Espere sentadita no más, señora, ya le tocará a usted.
-Chiiiiiiiii, meiiiiiiiii, con la dohtora pa prepotente.
Así se habla, dortora, con vos de hombre y se acabó el problema.
Informo que algo grave ha ocurrido.
No tengo identidad fuera del reyno.
Mis mensajes no reproducen la foto que pude poner gracias a la tremenda ayuda de Grandchester
Venia paseando y de pronto me encontré con una historia de colegio yo que nunca pise una escuela y despues al ir a dejar un beso a la reina destronada me encontre en una consulta de psiquiatra..... yo alma simple e iletrada no se si decir algo.... o mejor seguiré cantando..... olé, olé, olé....
es lo normal , sucede siempre el día antes de la boda
Si a veces se pìerde la identidad antes de la boda y el peligro es que no vuelva a recuperarse.
ABIERTA LA CONSULTA
La doctora Therese comienza a atender nuevamente hoy.
Queridos pacientes, calma, calma, por favor, ya he llegado a solucionarles todos sus problemas manchísticos
Esty pensando habilitar una cocina para atender a los pacientes que dciden pernoctar aquí para conseguir el primer número al día siguiente.
Las cebras me han recomendado un pinche de cocina que es un as con los cuchillos, me han dicho que pida referencias al Heraldo, sería el ideal para mantener el orden mientras yo no estoy, y además cocina bien.
Volviendo al caso Calderón... (murmura la doctora mientras se acerca al hombre tendido, que tiene abrazada a dos manos su máquina de escribir)
-Bien, don Alfonso, ¿cuál es el problema?
-¿Relacionados con las manchas, con mi vida, con el amor, con la existencia... sea más específica doctora, por favor que estoy desesperado... mi máquina no escribe, no escribe lo que yo quiero que escriba, es decir no me transcribe las ideas que yo quiero, sino aquellas antiguas que se superponen sin que medie voluntad mía (angustadísimo). Es decir se me escriben solos los poemas y las páginas de mis Diarios que habría escrito el siglo pasado...
-¡¡¡Eloiiiiiiisa, tráigame un amparax sublingual triple, por favor!!!!
-Don Alfonso, cálmese por favor, yo nunca lo vi alterarse por nada... el mundo se caía a pedazos y usted con una calma impajaritable siempre.
-Pero niñita, perdone, ahora usted ya es una doctora famosa de las mentes, pero para mí siempre ustedes serán las niñitas...
Mire, sucede que en las hojas que intento escribir veo solo manchas que no logro descifrar... es peor que cualquier pesadilla que me haya obnubilado la mente en cualquier tiempo... incluso en los largos delirios de mi juventud poco santa.
(el amparax empieza a hacer efecto)
-Doctora Therese, creo que ya nada tiene demasiada importancia, nada es tan grave como para alterarse, creo que he exagerado un poco.
Ya estoy en condiciones de retirarme y volver a mi escritorio a seguir en lo que estaba antes de que me invadiera la confusión...
-Muy bien, profesor, ya vuelve a ser nuevamente usted mismo... y se va a tomar estas pastillitas cada vez que le vengan estas crisis, trate de identificar antes el momento crítico para que tome de inmediato la pastilla y así evita angustiarse demás. ¿Le quedó claro?
-Por supuesto, niñita, cómo no me va a quedar claro... ¿no fui yo acaso quien les enseñé a ustedes a ver las cosas claras?
-Sí, don Alfonso, y veo que vuelve a ser el mismo en todo...
-Ya, me voy, estoy muy apurado y tengo que seguir escribiendo, siento que estoy perdiendo mucho tiempo... ¿Y cuál es mi diagnóstico?
-Bien, su caso es uno en diez millones:
MENTE DE PALIMSESTO
-Qué bien, doctora, (sonríe con la boca semi ladeada al estilo de Allan Lad, su ídolo del cine antiguo) me parece una buena enfermedad, no es común y corriente, no la padece todo el mundo, y me produce calma saber la palabra exacta para mis males.
Gracias, niñita, doctora, espero no tener que volver por estos lados porque tengo mucho que escribir... (le tiende la mano y se aleja sonriendo con la máquina de escribir bajo el brazo. El hato de hojas las lanza al basurero. Doña Eduviges intenta levantarse, pero tiene la silla pegada a su notable trasero y grita).
-¡A mí me toca ahora, por si acaso!
Nadie entiende nada, yo hablé con don Alfonso y aparece la foto de la bovary, nada que ver conmigo que soy una persona seria no como esa.
Yo soy la doctora... no me estarán quitando la identidad con tantas manchas que me toca ver...
¡Estoy con crisis vocacionaaaaaaal!
Horror de horrores
Eloíiiiiiiisa, pídame hora de urgencia con mi sicoanalista.
Ya la pedí doctora, ayer se la pedí, después que le vino la crisis con el degenerado.
Tengo que hablar con el heraldo para que me dé algunas ideas:
-Eloíiiiiiiisa, llámeme al Heraldo de Aragón, rápido, rápido por favor...
-Ya doctora, al tiro
Oye loca, loquera, sahhh, si no te cachara tai má loca voh que todos los rayaos de afuera, pero en buena, viste. Oye flaca, sabí que el otro día me llevarona ver esas manchita de Rochai, pa puro rocharte y veo eptasi, o sea lo que veocon aptasí, nada más ùro éptasi. Oye loca, perdon loqueriña, es que la vida es un Gran Eptasí. ¿O me rayé con tanto eptasí?
Pienso que la causa de tantos dolores y, alguno que otro trauma, viene de la época de colegio...
De otra manera no me explico todo esto que ha ocurrido aquí.
Y pensar que hay algunos locos que todavía creen que la mejor etapa de la vida es la infancia, ja, ja, ja...
¡Si hasta tuvo que venir la doctora Therese, especialista en trastornos de Mentes Brillantes y Master en Dolores del Alma!
Besos y cariños a todos los amigos que han venido hasta aquí a contar sus penas, que la doctora dice que:
¡POR SUS MANCHAS, LOS CONOCERÉIS!
Me ha dicho el Rey que la doctora anda echando cloro en todas partes en la casa y que ya lo tiene ahogado. ¿Qué manchas querrá eliminar? ¿Blanquear? ¿Desinfectar?
me han llamado de esta consulta y aquí estoy . pero...... mi problema es de afonía . ¿es acaso usted también otorrinolaringóloga?
( a estas alturas no me extrañaría)
A pesar de las bromas y de que a mí no me nacen pero a veces, las disfruto de otras personas, no resisto las ganas de contar que cuando me hicieron esas pruebas, hace muchos años, veía unas creaciones pictóricas fusión de pétalos de flores, principalmente de unas que en el centro-sur de Chile llaman pajaritos y desconozco su nombre en un castellano más internacional; con dibujos de textos de anatomía, como vísceras u otras vistas interiores. Algo análogo pero en versión diferente, a una exposición que vi cuando yo tenía diez años, la pintora llamada, si la memoria no me traiciona, María Voskakosvi; mostraba ahí cuadros en que se veían seres híbridos que eran al mismo tiempo árboles y personas; me encantó y jamás supe más del asunto.
Tal vez también haya influido que a mis nueve años, una de las poesías que me fascinó en una antología hecha por María Romero, fue una llamada "Soneto de tus vísceras".
Mis mejores deseos a todos los bromistas.
(aparece la secretaria y anuncia)
La doctora continuará atendiendo mañana y ruega a los pacientes que por favor le envíen claramente los detalles de aquello que observen en alguna de las trajjetas del test de Rorchard... dice que sean lo más específicos posible...
Gracias y hasta mañana
(cierra la puerta, mientras la gente reclama porque requiere atención de urgencia y se rumorea que la doctora tiene pacientes favoritos como el hidalgo español y el escritor chileno, junto a unas curiosas cebras)
-Y eso que ella dijo que no atendía animales y que era por orden de llegada... (dice doña Eduviges que ahora está con la silla tan pegada como una sola forma)
no hay que perder tiempo. me voy corriendo para la boda a ver si llego al convite
No vuelvo hasta nuevo aviso. También me voy a la boda.
Qué la digo a Gepetto, yo también quiero ir a esa boda. Y afuera en el parque Bustamante me espern el zorro y el gato, lo vamos a pasar chancho. Ay, de sólo pensarlo me empieza a crecer... la nariz.
(horrorizada la doctora que pasaba por la consulta a buscar -para estudiarla bien- la ficha del degenarado cazador español, a quien atenderá el viernes)
¡No puede ser, no sólo regresan los animales: grillos, gato, zorro que lo van a pasar chancho...nooooooooo!!!!!!!!!!
Y no les basta con animales colados, sino que además viene este cabrito mentiroso de Pinocho, que no tiene nada que ver aquí, ¿o la van a colar como a la tontorrona de la Cenicienta, por cuya causa las mujeres del mundo padecemos todavía del viejo sindrome de sometidas barrenderas y atendedoras de hombres Peter Pan o Barbas azules...?
Que los hay de todo, pero a mí no me vienen con cosas, les aplico el test de Rorchard al que se me acercan con intenciones del tipo que sean... primero el Rorchard y después lo que sea...
¿Será por eso que sigo soltera?
(Por celular)
Y a mí, doctora, ¿qué me podría recetar usted, dulce y sufrida dama, a la que yo quiero conocer personalmente y en privado, para atenderla como corresponde, en un auténtico castillo en Los Cárpatos, la puedo enviar a buscar en el carruaje con mis lacayos... el panorama le gustará, lo sé, y sus honorarios, le advierto, le resultarán estimulantes... pero necesito que me aclare que son las manchas en el cuello que veo una y otra vez en todos quienes se me acercan, y veo sombras y telarañas en los rincones, incluso ratas y murciélagos... y leyendo vuestras respuestas a estas personas tan sufridas que usted atiende y que se materializan desde tantos y tan diversos lugares y dimensiones, me he convencido, de que es usted la persona que necesito y... además ya la he visto en sueños. Le aseguro, jamás me olvidará... La dejo, me ha entrado una intensa sed que me seca la lengua y me impide seguir hablando... voy al refrigerador por una cerveza para calmarme mientras la espero.
Señor Drácula, al decir cerveza, me imagino que habla en lenguaje figurado, porque entiendo que lo que usted bebe es bloddy mary on the rocks.
¿O es usted un vampiro hollywoodense, de estas nuevas generaciones que intentan quitarle el abolengo y la alcurnia a los verdaderos vampiros de Valaquia y Polonia, además, por supuesto, de Rumania?
Además he visto en la tele que solo Homero Simpson -que ya habló con mi secretaria para pedir hora-, bebe cerveza a torrentes con sus amigos en la bar de Moe.
Me aclara este punto entonces, y le digo que será un honor atenderlo en su castillo en los Cárpatos...
(piensa emocionada la doctora que tal vez este hombre si que es hombre y que no corresponde al arquetipo Peter Pan ni Barba azul...
Pertenece al estereotipo vampiro porque es el vampiro original, el primero, el verdadero, cero imitación, no como sus seguidores, esos imitadores de pacotilla, termina su reflexión y dice:)
-¡Qué más da! A ese paciente ni siquiera tengo que aplicarle el test de Rorchard, porque ya lo conozco como la palma de mi mano...
En mi adolescencia inlcuso más de alguna vez me visitó en los sueños, que ahora pienso ¿podrán ser premonitorios?
-¡Oh, qué emoción tan intensa, me invade!
(el blanco cuello de la doctora se ha puesto sudoroso. Ella se acaricia la piel tersa y suspira)
pong
A este parcito tendré que aplicarles el test de Rorchard, sin duda...
cada loco que se me aperece por aquí...
Ya saben, si vienen, se presentan y luego hacen una descripción detallada de la figura que vieron en las tarjetas y luego yo se las interperto y les doy el diagnóstico correspondiente.
(se había quedado dormido y ahora se despierta )
por favor doctora ¿es ya mi turno? ¿selía tan amable de atenderme o debelía tal vez espelal un pal de días más ?
yo he visto en las tarjetas a un nefrólogo chino comiendo macarrones con palillos. ¿cree que estoy enfermo? ¿ me admitirían de cajero en un banco?
Increíble la paciencia del chino. Dele un par de días más doctora, así por lo menos descansa... se me acaba de ocurrir que éste es el chef que andab buscndo... mmmmmmmmme dio hambre, la carne mongolianammmmmm y esos patitos y cerditos y pollitos y el arrollado primavera mmmm...
Lista la cocina doctora y ahora ubique al pinche que le ayude a rebanar la verdura.
Sugiero para la consulta un nombre adecuado para su especialidad, doctora:
"Manchuria"
¿Dónde está mi hijo?
Noooooooooooooooo el pinche no !!!!!!
¿dónde está el pinche? ,¿dónde está el hijo de gepetto? ese que era de madera .
(...)
Un niño juega a que el mar es dulce como su risa
Una niña es madre en medio de un salar inhóspito
El desierto está seco o sólo dormido?
BELMAR ´95
(...)
Un niño juega a que el mar es dulce como su risa
Una niña es madre en medio de un salar inhóspito
El desierto está seco o sólo dormido?
BELMAR ´95
(...)
Un niño juega a que el mar es dulce como su risa
Una niña es madre en medio de un salar inhóspito
El desierto está seco o sólo dormido?
BELMAR ´95
Belmar, ¿para cuándo pediste hora con la doctora?
Yo creo, lindo que te voy a ponder entre medio del parcito de los ping pong, porque al igual que ellos necesitas atención de Urgencia.
¡No, no me lo agradezcas! Es mi deber como secretaria nada más...
y Usted, don chino, con su paciencia legendaria sabrá esperar...
http://fetishandtaboo.blogspot.com/
http://blackwhitefetish.blogspot.com/
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Doctora!!!
A Belmar dele dos o tres horas, es interesantísimo como paciente... Vaya a ver la media colección de manchas que tiene.
(exitadísima la doctora Therese)
¡¡¡Iré de inmediato!!! un paciente como este equivale a tres posgrados
doctora, ¿soy un fantasma o una mancha o las dos cosas a la vez? ¿soy malo o soy bueno o las dos cosas a la vez? ¿porqué supertribi me persigue en sueños? ahora soy honrado y me gano la vida como nochero. pero a mi hijito de diez años le hicieron, bueno, en la competendia estamos en una sociedad de libre mercado, el famoso ese test de rorchard y ¿sabe que veía?, a mí, dijo ¡ahí puros fantasmas manchones!
Hola Techy qué increíble cómo recuerdas tantos detalles.
Tenemos que juntarnos. Hay mucho que conversar: entre las compañeras de curso hay de todo: vivas y muertas, felices, desdichadas, separadas, y hasta una que se hizo monja.
Laura Monroy me dio este dato y tu nuevo teléfono. Te llamo esta tarde.
Juani, la de Rancagua y los lentes de contacto
Muchos cariños para ti.
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